Te espero en el silencio de mi mente,
con el latir de mi corazón apresurado,
con el sonido de tu voz en mis oídos.
Te espero mesquinamente,
por que al irte; parte de mi tu te llevas.
Como:
Las rosas que perfuman tu alma.
El aire que cubre con sus brazos tu cuerpo.
El agua que besa tus labios al beberla.
El sol que te acaricia por las mañanas.
La luna que cuida tu sueño.
Todo tu te llevas.
Te espero con ansias,
para escuchar mi nombre
cuando me llamas,
para sentir el calor de tus besos,
la suavidad de tu piel,
para desirte las palabras que te llenen de alegría,
para besarte y contemplar tu rostro.
Como aprender a esperarte;
sin perder algo de mi.