Hablando Con DIOS

Tú conoces mis secretos,
los que guardo
en mi corazón;
como sabes,
pecador soy de nacimiento,
me liberaste
con el agua del bautismo,
me entregaste
tu espirítu y tu amor.

Limpia tu casa Señor,
¡cuando termines!
quédate por favor,
se tú el rey,
se tú el constructor,
por que todo sin ti
no dura nada,
por que eres
el eterno amor,
enséñame hacer todo con tigo,
enséñame hacer todo con amor.

Mi camino es de subida,
por instante, me detengo
cuando llego a una cima,
veo valles,
veo curvas 
y más subidas,
¡mi camino Señor!,
le digo en mi oración,
quítame las curvas,
hazlas rectas;
relléname los valles
mejórame el camino,
te lo pido por favor;
para poder llegar a mi destino,
con tu protección.

¡Señor!
Tú te regocijas;
con aquellos que luchan por la paz,
con aquellos que luchan por la justicia,
con aquellos que tienen piedad;
por que ellos tienen,
amor en su corazón;
por que sin amor no hay paz,
por que sin amor no hay justicia,
por que sin amor no hay piedad.

¡Señor!
a tu casa nos invitas,
ha comer buena comida,
ha beber un buen vino;
que no faltemos
las puertas están abiertas,
que no nos preocupemos 
por los gastos,
de la comida,
de la bebida;
por que en su casa es Él,
la comida
y su sangre el rico vino;
que se entrega en la eucaristía.

VIAJANDO CON MI PENSAMIENTO

Estoy viajando con mi pensamiento,
contemplando ese hermoso paisaje,
donde puedo ser lo que quiera,
evadir por un instante los problemas,
allí en ese mundo de fantasía;
              !vivo¡.
Juego con la magia,
con la inocencia
perdida hace tiempo,
pero allí aflora.

Que sensación de paz,
alegría que acaricia el alma;
el paisaje da su fruto
y yo lo recojo,
con una sonrisa,
cierro los ojos y los abro,
el paisaje esta ¿ pero mi mundo?,
se desvaneció en el tiempo;
me enfurezco por no poder detenerlo,
todo esta allí en esos segundos,
doy gracias por el paisaje,
por viajar con mi pensamiento
y sigo caminando. 

¡ Señor ! mío

¡ Señor ! mío,
tú que todo lo vez,
protege a este pecador
que necesita de ti,
que no le falte el pan,
de cada día;
a todo ser viviente
en la tierra,
santo todo poderoso,
distinguiste al hombre,
con inteligencia y habilidad,
para que pueda cuidar
lo que has creado.

¡ Señor ! mío,
quiero ser barro en tus manos,
para que la transforme,
para que le des la forma
de un vaso nuevo;
¡ Señor ! llénalo,
con tu sangre;
que ya derramaste por nosotro,
¡ Señor ! cúbreme con ella
y protegeme de la maldad existente.

¡ Señor ! mío,
gran maestro
enséñame a darle buen uso,
a todo lo que me has dado,
a todo lo que me daras;
enseñama a verte en mis hermanos,
a perdonar sus ofensas
y desearle tu bendición.

¡ Señor ! mío,
ten piedad de mí
segun tu misericordia,
cuando me equivoco
y con mi falta te ofendo,
¡ Señor !,
nunca me faltes,
no me niegues tu rostro,
el abismo en muy oscuro
y necesito tu luz,
¡ Señor !,
sin ti no soy nada.

soy

Soy el camino hacia el lago,
rodeado por frondosos árboles;
soy el recorrido del río,
la espuma del agua,
que se forma al chocar con las rocas;
soy la frescura,
la paz,
la alegría,
que deja en el alma;
soy esa casita blanca,
con un jardín de hermosas flores;
soy todas las fragancias
que al abrir las ventanas,
embriagan las habitaciones;
soy esa semilla,
tapada por la tierra,
soy la lluvia de primavera,
que la despierta con sus caricias;
soy el brote que surge,
del surco de la tierra
buscando el camino hacia el sol;
soy la fruta madura,
que se pudre y se cae
por tanto esperar,
soy el fruto de la unión,
entre un hombre y una mujer,
soy lo más esperado,
soy amor y alegría,
soy presente,
el pasado y el futuro,
soy todo eso y mucho más;
por que están en mi mente,
por que están en mis pinturas,
por que están en mis escritos,
mostrando lo que soy
desnudando mi alma.

Aun Lo Recuerdo

Ya pasó el tiempo
y aun lo recierdo,
esa mañana cuando
pase por tu cuarto;
me acerque a la cama,
los cabellos blancos 
sobre la almohada,
respirabas fuerte y discontinuo;
tu mirada fija
con los ojos tristes,
que me decían,
ya no puedo más.

Teléfono en la mano,
para hacer la llamada,
allí me doy cuenta;
que era el principio del fín.

Te llevaron,
tu cuerpo desgastado,
parecía que no estaba en este mundo;
te instalaron en la guardia,
los médicos,
las enfermeras,
entraban y salían;
¡yo allí!, esperando.

El médico me llama para decirme,
lo que no quería oír;
sus palabras eran agujas que se clababan,
le pedí que no te mortificaran,
que te dejaran;
seguir tu viaje.

Me pare a tu lado,
los dos solos,
tu en la camilla,
¡y yo! esperando
el milagro que no llegara;
la respiración cada vez más rápida,
el ruido del exigeno,
abierto al máximo me molestaba,
tu mirada,
¡por Dios!, tu mirada
cristalina y profunda,
tome su mano ,
como lo hacías
cuando me acompañabas ,
a la escuela,
de repente suspiraste profundamente,
un sonido agudo indicaba el final,
el final de todo.

Allí estaba su cuerpo gastado,
por el paso del tiempo,
ese cuerpo que hacía un instante
tenía vida;
solte su mano le cerre sus ojos,
acomode sus piernas,
con las manos peine sus cabellos
y mirando al piso,
con voz suave y temblorosa,
dije: madre,
y me puse a llorar.

Soledad

Es amar,
sin ser correspondido,
es ver pasar el tiempo
y sentir como duele,
sin poder hacer nada.

Es cenar con las sillas vacías,
pensando en las personas,
que las llenaban.
Tapar el silencio,
con música y las paredes,
con las fotos de aquellos
que antes estaban.

Es entrar al cuarto,
sin más compañía que la cama,
para sentir el frío de las sabanas
extrañando el calor del ser que amabas,
para dormir esperando
el sol por la mañana.

Soledad,
es un sentimiento,
que se odia y luego se ama. 

Paisaje, ladrón de la naturaleza

Sentado,
con la mirada hacia el horizonte,
me enamoro del paisaje,
haciéndolo mío;
me transformo en un lodrón
de la naturaleza.
Levanto mi mano y con el dedo,
toco las copas de los árboles,
todo tan pequeño,
todo tan bello.
En el cielo,
grandes montañas flotan,
arrastradas por el viento
que acaricia suave las copas.
El paisaje cambia,
cual forma 
se le ocurra al viento,
a mí que me gusta verlo,
mientras se van moviendo.
Avece son como el cauce del río,
pasando por rocas grises,
adornadas con espuma blanca.
Las horas van pasando,
los colores,
cambian de claro a oscuro,
maravillado un pino,
levanta sus gajos
como manos
agradecido.
El sol se esconde tímido
entre las nubes,
mientras se visten
de amarillo naranja y rojo.
Poco a poco todo se tiñe de gris,
en el cielo las estrellas,
parecen luciérnagas,
que adornan a la luna,
en la sierra
se prenden las luces,
las horas pasan,
lo oscuro se vuelve claro,
el pino levanta sus ramas,
agradeciendo el nuevo día,
¡yo! lo observo todo.

Un Muchacho Más

Yo era uno más,
atrapado en una tela de araña,
de angustia,
de desesperaciòn.

Allí estaba,
tan pequeño ante tu presencia,
tan pequeño ante tu mirada,

Tú conoces los cecretos
de mi carrazón,
estas en todas partes,
todo lo ves,
nada se te escapa.

Me entregaste tu amor,
como un divino perdón;
muchas gentes en mi alrededor,
me entregaban su amistad
y allí estabas vos.

Comencé a ser feliz,
mi dolor se apasiguaba;
mientra mi corazón se llenaba,
de esperanza,
de alegría,
de fortaleza
y amor.

¡Sabes!,
cuando me hablan de ti,
escuchaba y escuchaba,
 lo que de niño,
alguna vez me enseñaron,
¡pero yo!,
ahora sos mi amigo,
mi maestro
y consegero,
desde que nací
siempre me acompañaste;
era yo el que se alejaba,
¡y Tú!,
sólo me querías amar.

Comencé a caminar,
aprendiendo que las cosas, 
no hay por que hacerlo solo;
aprendí a escuchar,
a diferenciar el bien,
del mal;
por que en ello,
¡Tù estas!.

¡Tanto tiempo caminando,
tapando la luz que me guiaba!,
ahora que todo lo iluminas;
las margaritas son blancas,
las rosas son rojas,
en el jardín de mi alma.

¡Mi pasado!,
duele pero no molesta;
¡mi presente!,
junto a mi familia
y gentes que amo,
¡mi futuro!,
caminando a tu lado.

Todo ha de cambiar,
los pensamientos,
las miradas,
la forma de hablar;
no tengas miedo de cambiar,
por que transforma tu vida,
ten miedo de no poder cambiar,
por que corres peligro,
de vivir en la oscuridad.