Por que te vas,
si no quiero que te vallas,
en tus ojos salen,
los últimos rayitos de sol, de tú alma.
Se escapan y no puedo hacer nada,
pero si fue ayer, que me llevabas,
con mi guardapolvo azul y blanco,
a las doce me buscabas,
sonriente, para regresar a casa.
Por el camino te contaba,
que una nenita me peleaba
¡la pucha!, ¡pero si fue ayer que tú,
me llevabas! .
Te miro y se me hace un nudo en la garganta;
¡como se escapan los rayitos de sol,
y no puedo hacer nada! .
Quiero abrazarte madre
con mis besos cubrir tus ojos,
para que no se escapen por la mañana.
El tiempo deja sus marcas:
De los momentos buenos,
de los momentos malos,
de los dolores del alma.
En tú cara se reflejan
y en la cabellera blanca.
Como se escapan los rayitos y no puedo hacer nada.
Me tiemblan las manos, me dices,
las miras,
agachas la cabeza y callas,
como el ave fénix,
agarras los cubiertos y empiezas,
a darle dura batalla.
Eres una niña con cuerpo de anciana,
eres mi madre y me duela el alma,
me lleno de bronca y grito:
¡Tiempo! ¿porque te vas,
si no quiero que te vallas? .
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