Un Día Màs

Para mi, el día comienza a las siete de la mañana,
tengo  un tremendo desgano para levantarme, 
estoy enamorado de las sabanas y no quiero despegarme
de sus caricias tibias,
el romance dura un instante,
camino hacia el baño,
mi cara desformada por el sueño,
los pelos desparramados,
me miro en el espejo y no me gusta lo que veo,
cierro los ojos y me lavo la cara,
tanteo, encuentro la toalla,
me seco, me limpio  los dientes,
me afeito y al final una buena ducha,
ya son las ochos cuando salgo del baño;
se preguntaran ¿por que tardo tanto?
es parte del romance que tengo con mi vida,
donde en la intimidad me enamoro lo que soy,
todos los días.
En la cocina preparo los desayunos,
luego me dirijo ha atender a mi madre,
una vez en su cuarto,
le abro la ventana,
sus ojos se clavan en mi,
¡buenos días!,
¡hola hijo!,
comienzo ha atenderla en sus necesidades,
cuando termino le doy un beso en la frente
y me dirijo a tomar el té, para luego abrir
el negocio.
Levanto la persiana,
en la vidriera el gato de la buena suerte,
saluda en forma incansable,
cierro a las doce y treinta o a las trece horas,
según el movimiento de las gente,
para almorzar.
Por la tarde abro a las dieciséis horas,
hasta que la jornada termine,
en espera de un nuevo día.
En casa la mesa esta servida,
mi esposa me espera para cenar.
En su cuarto mi madre ya descansa.
disfruto de la comida,
todo listo para descansar,
me preparo para el romance,
con las sabanas.
Buenas noche mi amor,
que descanses,
hasta mañana.