El Nogal Y La Enredadera

Que lindo se ve el nogal,
elevando sus ramas al cielo,
sus frutos cuelgan adornando,
su copa de árbol añejo.
Desde su tronco se enreda,
mostrando sus rojas campanas,
como brazos que se amarran,
en el cuerpo de una amada;
esa picara enredadera,
que girando se trepa,
absorbiendo con su raiz,
su alimento que el nogal le sede.
Que elegante luce el añejo,
con su traje verde y adornos rojos;
aun que en medio de todo
sus ramas secas están.
¿Quien de los dos disfruta,
de esa rara amistad?;
el nogal con sus adornos rojos,
la enredadera que se alimenta,
abrazando como enamorada,
en aquel que lo da sin protestar.
¿Quien da quien recibe?,
¿será que los dos por igual?.
Allí está el nogal,
entregándolo todo sabiendo,
que no lo recuperara,
allí esta ella´
entregando su belleza,
que de cualquier forma la luce igual

Un Mal Día

No logro concentrarme en nada,
estoy sumergido en la tristeza esta mañana,
trato de salir de esta pesadilla
que llena de oscuridad este día,
quizas por algún instante lo logre,
me aferro como se adhiere la gota de agua,
en los vidrios de la ventana;
esos minutos esos segundos,
¡soy feliz!.
Me convierto en un mendigo,
un mendigo de alegría,
pues mis palabras demuestran tristeza,
¿por qué permití que se apagara la luz,
que alumbra mis días?,
debo encenderla para ver el camino,
que al despertar me prepara el destino.
Busco un sitio para estar con migo mismo,
llevo el libro santo en las manos,
como la brujula del barco,
Él guiara mi destino para encender
de nuevo la luz que alumbra mis días.