Te conocí un veintiuno de setiembre,
estaba allí hermosa como la rosa,
te vi y me senté a tú lado,
como podía pensar que serias,
la mujer que cambiarías,
la soledad de mi vida.
De hermosa presencia,
sonrisa amplia y seductora,
ojos verdes mentirosos.
Me gusta escucharte hablar,
picara y seductora.
Me gusta verte bailar,
moviendo libre la cintura.
Me gusta sentir la suavidad de tu cuerpo,
cuando lo acaricio.
Quien puede predecir el futuro de una pareja,
sean jóvenes,
¡ho!sean grandes,
si hay amor eso no interesa,
¡problemas! siempre hay,
por todas las diferencias,
lo importante es formar,
una sola persona,
con los defectos y virtudes,
que se puedan implementar.
Ha pasado el tiempo,
el hombre de aquel instante,
ya poco queda.
Yo no puedo estar sin ti,
y tú sin mí.
Tengo una hermosa mujer,
tiene un corazón gigante,
es una gran mamá
y mejor abuela,
su espíritu de lucha,
logra ponerme en marcha.
Una vez me dijeron,
que detrás de un gran hombre,
hay una gran mujer;
yo no se si soy un gran hombre,
pero lo que si se,
es que tengo una gran mujer.
Su nombre es Zulma,
es una correntina,
lleva ese fuego en la sangre,
la sangre del litoral.
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